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Aquí el mítico refrán de “más vale calidad que cantidad” cobra más sentido que nunca. Y es que Comporta no cuenta con la variedad de playas que ofrece el Algarve y, sin embargo, solo le han hecho falta 3 para conquistar a todo el que lo visita. Son 60 kilómetros a lo largo de los cuales podrá admirar un paisaje indescriptible. No verá edificios hoteleros, ni porciones de arena plagadas de sombrillas. Aquí podrá sentirse solo y perderse en la inmensidad del Océano Atlántico, con la única distracción de sus olas rompiendo en la orilla.
Son un activo indiscutible de esta hermosa freguesía portuguesa de tranquilidad embriagadora. Se caracterizan por no dejar paso a la masificación, por su fácil acceso y por componerse de fina arena blanca y de aguas agradablemente frías, sobre todo en la época estival.
Esta playa salvaje con dunas, arena limpia y el Océano Atlántico esperándole para darse un buen baño es una parada esencial, casi obligatoria. Aunque esta imagen transmite una calma innegable, este lugar también es perfecto para aquellos que quieran disfrutar de deportes acuáticos, especialmente para los amantes de la pesca deportiva y del surf. Los granos dorados crean un arenal donde encontrará tumbonas y sombrillas bajo las cuales podrá disfrutar de una bebida refrescante mientras se pierde en la inmensidad de un océano que no deja claro si es turquesa, azul o esmeralda.
También es el lugar de encuentro preferido para la alta sociedad, incluida la famosa familia Espirito Santo, propietaria de una gran parte de los terrenos de la zona.
Con el paso de los años este rincón ha adquirido mayor popularidad y este hecho ha conseguido una mejora de las infraestructuras. De esta forma, encontramos una pasarela que conduce hasta la playa, aparcamientos, puestos de vigilancia, y el restaurante SAL donde sucumbirá a la deliciosa especialidad de esta zona: el arroz con tamboril, así como a los pescados y mariscos catalogados por muchos como los mejores del país. Este chiringuito que luce la arquitectura y decoración típica de Comporta, será el lugar perfecto para desconectar. Y, cuando el sol se ponga, el ambiente musical será inigualable.
La playa de Pego cuenta con las condiciones necesarias para que pasar un día allí sea una experiencia única y segura. Así lo demuestra la bandera azul que es ondeada por la brisa marina. Tras este paisaje tan paradisíaco como salvaje encontrará un bosque de pinos que contribuirá a embellecer aún más, si cabe, este destino considerado por muchos uno de los lugares más bonitos del mundo.
Tras admirar los campos de cultivo de arroz y los inmensos bosques, podrá descubrir una playa cercana a la autopista. La playa de Carvalhal le espera con un mar tranquilo que rompe en un arenal donde las dunas adquieren todo el protagonismo. El hecho de que a su alrededor no se vean edificaciones acentúa esa sensación de estar solo en este lugar donde los tramos de arena parecen no tener fin.
Al igual que la playa anteriormente mencionada, este enclave también puede presumir de contar con bandera azul y con las condiciones propicias para practicar surf, pesca deportiva, kitesurf y voleibol. Las pasarelas que se extienden desde el aparcamiento a la playa facilitan el acceso. Además, cabe destacar, que las personas minusválidas también podrán llegar fácilmente al lugar.
Podrá optar por alquilar hamacas y sombrillas para descansar bajo un sol radiante frente a un paisaje idílico. Y además de disfrutar de los regalos de la naturaleza, podrá degustar la cocina típica de Comporta. El chiringuito Dos Pescadores será el lugar encargado de deleitar su paladar con pescado fresco acompañado de un vino de la tierra. ¡Será el broche de oro para un día familiar de relajación a pie de océano! En la Playa de Carvalhal tendrá la sensación de encontrarse en un rincón escondido que deseará seguir manteniendo en secreto.
Como no podía ser de otra forma, la playa homónima de este destino es otro lugar donde la autenticidad vuelve a ser la gran protagonista y las dunas se ubican en primer plano haciendo que no se vea el final de la playa portuguesa. Detrás descubrirá arrozales y campos de cultivo que contribuyen a engrandecer el encanto de este lugar. Los pinos que rodean este espacio preservado, así como la arena fina y un mar ondulado transmiten esa ansiada tranquilidad en los días de vacaciones. Pero no todo es calma y relajación, ya que cuenta con las condiciones óptimas para que los amantes del surf y del kitesurf acudan a ella para practicar sus deportes favoritos.
El hecho de que este lugar se encuentre dentro de la Reserva Natural del Estuario del Sado hace evidente que su belleza es innegable. Por ello, le aconsejamos presenciar una puesta de sol aquí, ¡es un espectáculo que no debe perderse bajo ningún concepto! Y si desea acompañar este momento con un cóctel mientras siente la suave arena en sus pies también podrá hacerlo en el famoso Café Comporta. Cuando caiga la noche este local le proporcionará música en directo y un ambiente inigualable. En Ilha do arroz, por otro lado, podrá saborear algunos de los tradicionales platos locales para completar un día único.
Y, por último, solo hay algo mejor que pasear por el arenal infinito: hacerlo a lomos de un caballo. No se pierda esta experiencia donde se sentirá libre y podrá disfrutar de una naturaleza que, a cada minuto que pase, le parecerá más bella.
